Es clave no faltar a clases los primeros días.
Que los alumnos asistan a clases desde el primer día les permitirá adaptarse de manera paulatina, al mismo tiempo que sus compañeros, a un nuevo año académico.
Febrero llega a su fin y muchas familias ya han comenzado a prepararse para un nuevo año escolar.
Dificultad para levantarse temprano, gastos en uniformes y útiles escolares, nerviosismo de los niños y niñas, sobre todos los más pequeños, taco en las calles y calor, son una combinación que puede estresar a cualquiera.
Para que el término de las vacaciones y el regreso a la rutina no sean un factor gatillante de estrés, Rebeca Molina, directora ejecutiva de Fundación Educacional Presente, sugiere tanto a los estudiantes como a sus familias que retomen de manera amable y paulatina los vínculos con la comunidad y el ritmo del colegio, pero que no dejen de asistir.
Fundación Educacional Presente, organización que trabaja desde 10 años promoviendo los beneficios de la asistencia a clases, alerta que marzo es un mes clave para la asistencia y que preparase con anticipación puede hacer la diferencia para que sea un año exitoso.
Lamentablemente, 2023 fue otro año que pasó a la historia por los altos índices de ausentismo escolar. Casi 200 mil estudiantes perdieron más de la mitad del año de clases.
“Existe un patrón claro que se presenta todos los años: marzo es el mes en que los ausentes crónicos tienen un mayor porcentaje de asistencia, porcentaje que va disminuyendo a lo largo del año escolar. Si no logramos que los niños y niñas vayan al colegio en este mes, más difícil será durante el resto del año», explica Molina.
Y enfatiza: “durante las vacaciones de verano se producen pérdidas de aprendizaje y muchos estudiantes dejan de ver a sus compañeros. Por eso, durante los primeros días, los colegios hacen jornadas que permiten a los alumnos retomar el ritmo escolar de manera gradual y amable. Perder estos días puede generar un rechazo hacia la escuela, dado lo abrupto del cambio”.
Así, ¿cómo enfrentar este nuevo inicio de año escolar con motivación y energía, para que los estudiantes no falten a clases?
Fundación Educacional Presente entrega 9 recomendaciones:
Preparación emocional ante la vuelta a clases. muchos niños y niñas se sienten nerviosos y ansiosos con la vuelta a clases, por lo que se recomienda conversar con ellos sobre sus emociones. Preguntarles cómo se sienten, qué emoción reconocen, escuchar sus preocupaciones y contarles anécdotas divertidas sobre el colegio son estrategias que les ayudarán a manejar el estrés. Asimismo, es importante que los padres hablen de manera positiva de la vuelta a clases, transmitiendo motivación.
Ajustar las rutinas. Es difícil pasar de los meses de verano con horarios flexibles a la rutina del año escolar. Se recomienda ajustar el horario de sueño entre 2 y 3 semanas antes. Esto se debe realizar de manera progresiva, adelantando media hora cada semana, de manera de llegar a la hora óptima de acostarse antes del inicio de clases. Esto permitirá asegurar un sueño reparador y que no les sea tan difícil levantarse los primeros días.
Enseñar a los hijos habilidades de organización. Cuando los niños son organizados se mantienen concentrados más fácilmente que cuando están buscando las cosas y no saben dónde las tienen. Tener los materiales necesarios en la mochila, un espacio ordenado y tranquilo en casa para hacer las tareas, enseñarles a usar un calendario para organizar la semana, entre otros, los ayudará a ganar habilidades de organización necesarias no sólo para la escuela, sino para la vida.
Organizar la logística escolar: se recomienda al menos una semana antes del inicio de clases tener claro cómo se irá el hijo o hija al colegio y cómo regresará a casa. Ya sea transporte escolar, transporte público, en bicicleta, caminando o por medio de turno con otros apoderados, es importante que el niño o niña sepa con quién volverá a casa y el lugar donde debe esperar a la salida de clases.
Llevar al hijo a conocer el colegio: en el caso de párvulos que entran al colegio o jardín infantil por primera vez, o estudiantes que por algún motivo se han cambiado de establecimiento, se recomienda llevarlos a conocer el centro educativo antes de que comiencen las clases para bajar el nivel de ansiedad.
Darle importancia a cada nivel educativo. Ya sea que el hijo entre a kínder, primero básico o primero medio, se debe dar importancia a cada uno de los niveles educativos, ya que todos son diferentes y en cada uno de ellos se logran aprendizajes significativos para la vida.
Proponer metas y objetivos: marzo es un buen momento para fijar metas y objetivos de lo que se espera del año escolar. Por ejemplo: aprender a leer, aprender inglés, mejorar las notas en matemáticas, etc. Esto permitirá que los niños empiecen las clases con más energía y entusiasmo. Sin embargo, es importante centrarse en el proceso y no sólo en el resultado, de manera de no sólo establecer metas orientadas al éxito.
Comprar todo lo necesario con anticipación, involucrando a los niños y niñas: Se recomienda comprar el uniforme (si corresponde) y los útiles escolares con anticipación, de manera de tener tiempo de etiquetar lo necesario y tener todo listo para el primer día de clases. También se sugiere hacer partícipes a los niños de este proceso, por ejemplo, que puedan escoger el diseño de los cuadernos, o un nuevo estuche. Se sentirán parte del proceso y con poder de decisión.
Control de salud y vacunas al día: antes de que empiecen las clases, es importante asegurar que el niño o niña tenga todas sus vacunas al día. Asimismo, es recomendable realizar un control auditivo y visual para asegurar que ve y escucha bien, evitando así potenciales problemas de aprendizaje y comportamiento por problemas a la vista o al oído.
“Terminamos 2023 con altos índices de ausentismo escolar. Es responsabilidad de todos, profesores, directores, estudiantes, pero por sobre todo de los padres y apoderados, enviar a sus hijos e hijas al colegio. Hay muchos aprendizajes en juego y si los niños y niñas no van a clases, tiene mucho que perder”, finaliza la especialista en asistencia escolar.