“En Coyhaique existe un lugar donde compartimos tus sueños. Un espacio creado para la danza y la diversión”. Así se presenta en redes sociales la escuela de danzas Zingara, una academia que tiene como principal objetivo el cultivo del baile y la danza y que cumplió diez años, donde Beatriz Pino Finlez destaca por su vocación y compromiso.
Coyhaique cuenta con un espacio donde el arte y la danza se entrelazan para dar vida a sueños: la Escuela de Danzas Zingara. Con 9 años de trayectoria, Zingara se ha consolidado como un referente en la región de Aysén, ofreciendo formación en danza para todas las edades.
Beatriz Pino, profesora de danza moderna con cinco años en la escuela, recuerda los difíciles años de la pandemia entre 2019 y 2022, que amenazaron la continuidad de Zingara. “Nos unimos con Ivon Lejonagoitia y Ana Anson para salvar la escuela. Fue un proceso duro, pero logramos que la comunidad nos respaldara”, afirma.
Hoy, Zingara cuenta con siete profesoras y un enfoque inclusivo, ofreciendo clases desde baby ballet hasta danza contemporánea, tribal, moderna y urbana. Su misión trasciende la enseñanza de técnicas de baile, centrándose en el desarrollo de la corporalidad, la expresión escénica y la individualidad.
Beatriz Pino subraya la importancia de trabajar en conjunto con otras organizaciones y con el Estado. La escuela ha colaborado con juntas de vecinos y comunidades migrantes, integrando la danza como herramienta de vinculación social.
Con miras al futuro, Zingara busca expandirse a otras localidades de la región, como Cochrane y Puerto Aysén, para llevar su formación a nuevos territorios. Sin embargo, Pino enfatiza que el apoyo financiero es crucial para lograr estos objetivos y hacer crecer el movimiento cultural en Aysén.
Su mensaje para quienes se dedican a la cultura es claro: “Es fundamental tener tolerancia a la frustración, apoyarnos y potenciar nuestro trabajo. En lugar de dividirnos, debemos unirnos para superar los desafíos”.
Zingara es más que una escuela de danza; es un pilar cultural que lucha por mantener viva la danza en Aysén, con la esperanza de seguir sembrando arte y sueños en toda la región.
Escuela de Danzas Zingara: 9 Años Cultivando Sueños en Coyhaique
“En Coyhaique existe un lugar donde compartimos tus sueños. Un espacio creado para la danza y la diversión”. Así se presenta en redes sociales la escuela de danzas Zingara, una academia que tiene como principal objetivo el cultivo del baile y la danza y que cumplió diez años, donde Beatriz Pino Finlez destaca por su vocación y compromiso.
Coyhaique cuenta con un espacio donde el arte y la danza se entrelazan para dar vida a sueños: la Escuela de Danzas Zingara. Con 9 años de trayectoria, Zingara se ha consolidado como un referente en la región de Aysén, ofreciendo formación en danza para todas las edades.
Beatriz Pino, profesora de danza moderna con cinco años en la escuela, recuerda los difíciles años de la pandemia entre 2019 y 2022, que amenazaron la continuidad de Zingara. “Nos unimos con Ivon Lejonagoitia y Ana Anson para salvar la escuela. Fue un proceso duro, pero logramos que la comunidad nos respaldara”, afirma.
Hoy, Zingara cuenta con siete profesoras y un enfoque inclusivo, ofreciendo clases desde baby ballet hasta danza contemporánea, tribal, moderna y urbana. Su misión trasciende la enseñanza de técnicas de baile, centrándose en el desarrollo de la corporalidad, la expresión escénica y la individualidad.
Beatriz Pino subraya la importancia de trabajar en conjunto con otras organizaciones y con el Estado. La escuela ha colaborado con juntas de vecinos y comunidades migrantes, integrando la danza como herramienta de vinculación social.
Con miras al futuro, Zingara busca expandirse a otras localidades de la región, como Cochrane y Puerto Aysén, para llevar su formación a nuevos territorios. Sin embargo, Pino enfatiza que el apoyo financiero es crucial para lograr estos objetivos y hacer crecer el movimiento cultural en Aysén.
Su mensaje para quienes se dedican a la cultura es claro: “Es fundamental tener tolerancia a la frustración, apoyarnos y potenciar nuestro trabajo. En lugar de dividirnos, debemos unirnos para superar los desafíos”.
Zingara es más que una escuela de danza; es un pilar cultural que lucha por mantener viva la danza en Aysén, con la esperanza de seguir sembrando arte y sueños en toda la región.