El proceso constitucional se impulsó con el objetivo de dar respuesta a las múltiples demandas sociales que fueron ignoradas durante décadas por la política: fin a los abusos, mejores pensiones, mejor salud y educación pública, mejores condiciones la- borales, más justicia social y una política más cercana a las necesidades de la gente. Fue con esa motivación que desde un principio abogamos por una nueva Constitu- ción para Chile, escrita en democracia y representativa de la diversidad nacional.
Con decepción hemos visto cómo este segundo proceso ha estado marcado por el sectarismo de un sector político, ignorando las expectativas ciudadanas, redactan- do un texto que profundizará las desigualdades, la división e injusticias en nuestro país. Son múltiples los elementos regresivos presentes en el texto que se nos propo- ne, incluyendo el cerrojo constitucional a los abusos del sistema de AFPs e ISAPREs; la mercantilización en la educación; el agua para unos pocos; la privatización del mar; prohibir el acceso al aborto en tres causales; la restricción de derechos de trabajado- res y trabajadoras que se traducirá en peores salarios; la nula protección medioam- biental; la liberación de presos por crímenes de lesa humanidad actualmente cum- pliendo penas en Punta Peuco. En resumen, un texto extremo que no promueve en ningún sentido la unidad de nuestro país.
En su conjunto, el texto propuesto consagra los intereses de la élite económica, fo- menta las desigualdades entre chilenos y chilenas y, por lo mismo, propone a Chile un camino de inestabilidad para las grandes mayorías. Es lamentable constatar que de parte de quienes tuvieron la mayoría en este segundo proceso constitucional no hubo muestras de diálogo ni tampoco voluntad de poner en práctica los aprendi- zajes que resultaron del primer proceso constitucional. En vez de proponer una casa común para todos, proponen un texto de privilegios sólo para algunos, que no fomenta la unidad entre chilenos y chilenas.
Como partidos y movimiento del Frente Amplio descartamos un tercer proceso constitucional durante el mandato del presidente Boric, al no existir las condiciones para ello. Los esfuerzos de la política deben estar orientados a resolver las deudas con la ciudadanía en materias de pensiones, salud y educación.
Por todo lo dicho es que como Frente Amplio manifestamos nuestro total respaldo al voto “En Contra” en el plebiscito del 17 de diciembre, tal como lo han propuesto nuestros Consejeros/as y expertos/as. Así mismo, hacemos el llamado a convocar Comandos Ciudadanos que informen objetivamente sobre los abusos y retrocesos contenidos en el nuevo texto Constitucional.
MESA NACIONAL FRENTE AMPLIO