Por María Paz Muñoz
Hablar de Elvin Altamirano Monje es hablar de alguien que luchó hasta el final de sus días por un Chile justo, hasta cuando la cruel e inhumana dictadura acabó con su vida. Sin embargo, su legado sigue vivo hasta hoy y es señal de que los procesos democráticos del pueblo no se terminan ni con la traición, ni la felonía.
Su hija, la secretaria de la Junta de Vecinos de Puyuhuapi, Juana Altamirano, sigue los pasos de su padre quien llegó a ser regidor de Cisnes, su veta social la vuelca en las organizaciones comunitarias de la pequeña localidad turística del norte de Aysén.
Para este 11 de septiembre siente que la fecha fue recordada con mayor libertad de expresión acerca de los hechos sangrientos que se vivieron durante de los 17 años de Dictadura. “Antes era más recatado, pero este año acá en Puyuhuapi se hicieron más cosas, marchas y también ahora tenemos una plaza de la memoria, donde tenemos una placa de mi padre, donde lo recordamos cada 11 de septiembre”.
“La memoria tiene que permanecer para siempre”, dice y recuerda con orgullo la instalación de la placa que recuerda a su padre y que mira hacia el mar, “donde salía el bote y él bajaba y caminaba su diario vivir cuando venía al pueblo”.
Elvin fue militante socialista, regidor de Cisnes y fue asesinado en octubre de 1973 entre Puerto Aysén y Coyhaique, señala la historia oficial, además la misma historia señala que se habría fugado “pero eso no fue lo que pasó, a mi papá lo mataron en la comisaría de Puerto Aysén, en las caballerizas. A él se le dio muerte en la misma comisaría, tenía cinco impactos de bala por la espalda, él no se dio nunca a la fuga, lo torturaron, murió de forma muy precaria y después de un mes se informó a la familia, los contactaron, lo sacaron de la fosa común y le dieron cristiana sepultura”, corrige.
Agricultor de toda la vida, fue detenido en la casa de su hermano y trasladado a Puerto Cisnes, “una vez que detuvieron a mi papá, a las otras personas detenidas las liberaron”.
Las torturas y muertes, que quienes fueron cómplices de la Dictadura, quieren desconocer o relativizar, como una manera de negar la historia y sus propias responsabilidades, es parte de una historia que ocurrió en un Chile que sin justicia y verdad no podrá reconciliarse y donde además los responsables tras décadas de injusticias son condenados a penas irrisorias.
El capitán Aquiles Vergara, como principal responsable en la línea de mando en la muerte de Elvin Altamirano, zafó de la cárcel, invocando razones de salud, tal como lo suelen hacer los cobardes y asesinos para no enfrentar la justicia como corresponde. No obstante, los militares bajo su cargo cumplen pena en la cárcel.
Para Juana Altamirano los primeros responsables son quienes en la línea de mando ordenaron los asesinatos y que en el caso de su padre es Aquiles Vergara. “Aquí no se puede hablar de equivocaciones o errores cuando se mata gente, por distintas formas de pensar”.
“Quien asesina no comete un error”
Esto genera injusticia y relativiza las responsabilidades de los asesinos, “eso me da pena y creo que en Chile la justicia no está como corresponde. Más juicio tiene una persona que roba una gallina o entra a robar a un negocio que un asesino y eso molesta a quienes fuimos víctimas de estas atrocidades del golpe de estado. Los asesinos deben tener un juicio y deben pagar lo que hicieron como todo ser humano. Quien asesina no comete un error”.
“Imagínense familias 50 años buscando a su gente y no los encuentran. Nuestro país nunca va a tener paz si tampoco llegamos a acuerdos, pero la Oposición tiene que darse cuenta de que hubo cosas que no estuvieron bien y a ellos no les gustaría que alguien vaya y mate a su familia, porque le dio puntada y ganas, a sus padres, o dejar cinco niños chicos, como éramos nosotros”.
La muerte del padre de familia obviamente significó dejar de lado la educación y la falta de lo más elemental para poder vivir, “falta de todo y nadie nos ayudaba, porque la gente tenía miedo”.
Una infancia triste, “a pata pelá”, no había recursos, con una madre sola que tuvo que hacerse cargo de todo y que Juana reconoce como el pilar del hogar, a pesar de todo.
Carabineros como parte del régimen de terror impuesto por Augusto Pinochet no conforme con asesinar al padre de familia, periódicamente pasaba por su modesta vivienda para destruir las cosas y la madre los escondía, “siempre me pregunté qué pasaría con mi mamá, qué le hacían, no sé, echaban todas las cosas al piso, pasaban por encima y lo hacían cada dos o tres meses y después cuando veíamos a Carabineros o los milicos no aterrábamos y nos tirábamos a la cuneta, no importaba que tuviera agua, sufrimos mucho”.
Porque siempre fue la misma excusa del régimen, romper y destruir lo poco que tenían los chilenos y chilenas para buscar armas que nunca existieron más que en la imaginación de un gobierno de facto enfermo.
“Mi padre tuvo una tremenda entrega por su gente, se entregó para salvar otras familias y tuvo mucha fortaleza al hacer ese gesto con sus vecinos del Puyuhuapi. Había como diez detenidos hasta que apareciera él”.
Altamirano Monje era presidente del Partido Socialista y la cara más visible localmente del gobierno democrático de Salvador Allende.
Las glorias del Ejército
Cabe señalar que el Ejército de Chile tiene un triste récord a nivel latinoamericano, como uno de los ejércitos que más veces masacraron a su propio pueblo. De hecho, más de veinte oportunidades los chilenos y chilenas sufrieron el ataque de sus soldados, financiados con recursos de las mismas personas que asesinaron.
El historiador Gabriel Salazar cifra en al menos 23 veces las masacres de las Fuerzas Armadas a connacionales en 200 años de historia.
Y ha sido una política de estado, sin signo político.
-1903 la matanza portuaria de Valparaíso.
-1905 la matanza de la huelga de la carne.
-1906 la plaza Colón de Antofagasta.
-1907 la matanza de Santa María de Iquique.
A esas hay que sumar la matanza del cobre de El Salvador, el Paseo Bulnes, del Seguro Obrero, de Puerto Montt, José María Caro, la oficina salitrera San Gregorio, entre otras.
Revisa la entrevista completa a continuación: