Por María Paz Muñoz
Haciendo un llamado a las nuevas generaciones, a no perder la memoria para no repetir los lamentables hechos de 1973 y las posteriores consecuencias de ese golpe de Estado que quebró la democracia en Chile e impuso a sangre y fuego un modelo de sociedad sin participación del pueblo, el seremi de Justicia y Derechos Humanos, Samuel Navarro Castro, conversó con nuestro medio.
Recordando los pasos y la historia del dirigente de ese conglomerado político, recientemente fallecido, Guillermo Teillier Del Valle, ícono de la lucha contra la dictadura y la resistencia contra el gobierno de Augusto Pinochet que como política de Estado persiguió a los militantes de izquierda, con especial encono hacia el Partido Comunista. “Ingresó muy joven al partido y luchó por el advenimiento del gobierno popular de Salvador Allende. Sufrió luego la persecución, la prisión, las torturas y con posterioridad pasó a la clandestinidad para apoyar las tareas de resistencia y sobrevivencia del Partido Comunista en el tiempo de la dictadura cívico-militar”, puntualizó.
Hay que recordar que en la Dictadura varias direcciones del Partido Comunista y de las juventudes comunistas (JJ.CC) fueron diezmadas por los aparatos de seguridad y represión del Gobierno Militar.
Cabe señalar que el derecho a la rebelión o de resistencia es un derecho reconocido a los pueblos frente a gobernantes ilegítimos, por lo que es un deber hacer lo posible por derrocarlos y reemplazarlos por gobernantes que posean legitimidad. La Carta de Declaración de los Derechos Humanos y Santo Tomás de Aquino, entre otros muchos pensadores, afirman que el derecho a rebelarse contra la tiranía, la opresión y el autoritarismo como lo fue la Dictadura, es parte de los derechos de las personas a defenderse. “En ese sentido Guillermo Teillier optó por la defensa y luego con el retorno a la democracia por otras tareas dentro del partido y con posterioridad a la partida de Gladys Marín él asume la conducción del PC y logró que el partido se insertara y lo dejó instalado como unas de las bancadas más numerosas del Gobierno, para desarrollar las tareas transformadoras de la administración de Gabriel Boric. Fue un luchador, estratega, un político, el pueblo dio muestras de su aprecio y admiración con la concurrencia a su velorio y exequias”, señaló Navarro Castro.
50 años del golpe Civil y Militar
En estos 50 años se ha avanzado de forma tímida en verdad y justicia, porque aún hay deudas pendientes, no obstante, se continúa adelante con decisiones como establecer el Plan Nacional de Búsqueda de los detenidos desaparecidos, “que sigue siendo una herida abierta en el alma de nuestro país”.
De este modo se están realizando una serie de actividades y acciones destinadas a recordar los lamentables hechos de la dictadura, donde destacan conversatorios, exposiciones, talleres y muchas acciones más, que son ejercicios de memoria.
El Estado es responsable tras conocer que fue el propio estado a través de los aparatajes represivos de la época, que violaron sistemáticamente los Derechos Humanos en Chile deuda pendiente que debe ser saldada. “El Plan Nacional de Búsqueda, señala que no debe depender del gobierno de turno y su mayor o menor cercanía con la problemática si realizará o no acciones…este plan se ha trabajado en más de 700 encuentros con los familiares y diálogos con las agrupaciones, e incluso personas no agrupadas”, matiza Navarro.
De este modo se busca establecer la trayectoria de las personas que fueron víctimas de la desaparición forzada y avanzar en determinar el destino de ellas, “para avanzar en justicia, memoria y no repetición de estos hechos”.
Cabe resaltar que, en Argentina, país que vivió una Dictadura entre 1976 y 1983, también se ha avanzado en estos temas, incluso por gobiernos de derecha. “Queremos en Chile no quedarnos atrás”.
Tanto el Informe Rettig, como la Comisión Valech fueron avances en la búsqueda de verdad y justicia. Ahora, con el gobierno de Gabriel Boric se busca continuar avanzando para reconstruir las historias, además de las circunstancias de la desaparición de más de mil chilenos y chilenas entre 1973 y 1990.
Secuestro y homicidio de Víctor Jara
Recientemente la Corte Suprema condenó a 7 militares por secuestro y homicidio de Víctor Jara y Littre Quiroga, hecho ocurrido en 1973, cuyos cuerpos fueron encontrados en la comuna de Lo Espejo, tras recibir torturas en el ese entonces Estadio Chile, hoy Víctor Jara. “Estamos a casi 50 años de conocer quiénes fueron los culpables, cómo fue la muerte de Víctor Jara y Littré Quiroga y algunos de ellos ni siquiera han asumido esta sentencia condenatoria, sino que han terminado suicidándose para evitar la justicia”.
Efectivamente, uno de los condenados por el crimen, Hernán Chacón Soto, decidió quitarse la vida antes de enfrentar su condena por la muerte de Jara y Quiroga. Es así como omisiones, dilaciones y negligencias, fueron parte de un juicio que recién 50 años después dicta sentencia. Para temas de Derechos Humanos la doctrina internacional admite que no existe amnistía y no pueden prescribir, tal como quiso hacer la Dictadura a fines de los setenta cuando dictó una autoamnistía para beneficio propio.
Respecto a las penas asignadas a los militares asesinos de Jara y Quiroga, Navarro señala que “en cualquier hecho significativo de un homicidio, la pena siempre será insuficiente”.
Actividades 50 años
El seremi de Justicia y Derechos Humanos se encuentra apoyando las acciones que están llevando adelante las distintas agrupaciones ligadas a los derechos humanos y a su vez, junto al Instituto de Derechos Humanos (INDH), están realizando exposiciones y recogiendo información en materia de DD.HH. En las próximas semanas se colocará un monolito en el hito 45 en la frontera con Argentina, que fue el último punto donde se le perdió la pista a tres desaparecidos: Juan Vera Oyarzún, Rosando Pérez y Néstor Castillo (caso Coyhaique), además se plantarán árboles por la memoria, todo con el fin de no olvidar y de mantener esa memoria viva para evitar la repetición de la historia.
Secuelas del golpe de Estado
Cerca de un 70% de la población chilena actual no había nacido para 1973 y por lo tanto no vivió el golpe propiamente tal, pero sí las secuelas de ese periodo oscuro. “Tiene un componente importante de violación a los derechos humanos, no es aséptica o neutral, sino que además se construye un relato político, social y económico distinto del cual todos vivimos esas secuelas de una u otra forma”, sintetizó el también secretario político del Partido Comunista.
Navarro añadió que “por eso la importancia de recordar la historia para rescatar el diálogo, para reconocernos que esto ocurrió en Chile y valorar la democracia como instrumento para vivir en sociedad. Más allá de las diferencias que podemos legítimamente tener y resolver esas diferencias en la conversación, sin aceptar que un golpe de Estado y la violación de Derechos Humanos son un camino para imponer un modelo de mundo”, agregó.
«Debemos tener la madurez como país para procesar estos hechos, hacerlos propios y tomar las enseñanzas. No hay causas para justificar un golpe de Estado en una sociedad. Si llegamos a ese concepto y que en ninguna circunstancia vamos a aceptar un golpe de Estado que quiebre la democracia y que normalice las violaciones a los Derechos Humanos, el exilio, la tortura, cuarteles de seguridad, agentes secretos de la CNI o la DINA o atentados en el extranjero si reconocemos eso y nunca repetir estos hechos para tener una sociedad más sana”, concluyó Samuel Navarro.
Revisa la entrevista completa a continuación: